Caminaba yo con mi querido perro Sua a la orilla del río Agueda cuando nos encontramos con esa caseta. Junto a ella había unos escombros con trozos de escayola, que podían servir como rudimentaria tiza, así que tentado por el sugerente y uniforme color del oxido me puse a improvisar un dibujo. Aquí está el resultado. Hombre, la puerta está mejor que antes ¿no?.
jueves, 23 de octubre de 2008
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4 comentarios:
me gusta especialmente esa mirada desafiante: como me cruces, te cruzo la cara XDDDD
Buscando nuevos muros y mundos que garabatear, eh?
Jaja, curiosa puerta de mirada interesante...
Mola, la puerta ha mejorado, desde luego! Muy bonito el dibujo!
Ostras, pues no lo había visto yo desde esa perspectiva... ¿Puede que mi subconsciente buscase "otro muro" para pintar? ...mmmm... y yo sin enterearme, ojo que la cosa tiene su lógica.
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