Me ha hecho mucha gracia encontrarme con esta foto... me parto.
Muestra sin pudor la bajeza del hombre respecto a sus más básicos instintos reproductivos. Las caras son un poema, sobre todo la de mi amigo Oskar, al que parezco estar incitando a que se avalance sobre alguna inocente chica con minifalda ajena a nuestras miradas lascivas... bueno, no me acuerdo qué mirábamos, igual no tiene nada que ver, pero ¿a que encaja con la historia que me he montado? Ja, ja, no me canso de verla.